Domingo 2
de Junio- (Marcos 14,12-16.22-26)
El Corpus
Christi no es simplemente la adoración de Jesús en la Eucaristía y el
reconocimiento de su presencia entre nosotros a través del pan y el vino. Es
memorial de su pasión, de su fidelidad, de su coherencia a la misión
encomendada. Es la entrega total y generosa por todos. Es el adelanto de la
vida definitiva a la que aspiramos.
Ahora la
cena no es la de la familia judía sino la de la nueva familia que surge por el
discipulado. Y es una cena donde no hay un cordero para cenar sino una vida
para entregar. Por tanto, que contemplar a Jesús Eucaristía, nos lleve a vivir
la pascua del servicio, de la fraternidad, de la misericordia, de la
generosidad.