Necesitábamos un centro que constituyera la CASA COMÚN de Ekumene, un centro para los encuentros de Ekumene, con capacidad suficiente para los congresos, convivencias, cursillos, etc. de las distintas Asociaciones y de Ekumene en su conjunto.
Este centro, durante muchos años, también se ha ofrecido a la Iglesia como Casa de Espiritualidad donde los diferentes grupos eclesiales podían vivir sus encuentros, retiros y convivencias en un ambiente apropiado.
El centro, por último, es la casa de jubiladas de Ekumene, donde las personas de la Comunidades y Fraternidades que han consagrado su vida al servicio de Ekumene viven en un hogar acogedor.