JESUS CUENTA CON NOSOTROS A PESAR DE NUESTRAS LIMITACIONES

Lucas 5, 1-11

Dios tiene un proyecto, un plan, un sueño para cada uno de nosotros. Planes, proyectos y sueños que cargan de sentido nuestro tiempo, nuestros esfuerzos, nuestro proyecto vital y nuestro día a día. Planes que nos hacen sus colaboradores para que su presencia  llegue tanto a los que buscan como a los que se han olvidado de buscar.

Dios jamás se impone, incluso conociendo nuestras limitaciones.

Pedro se reconoce pecador, limitado, débil y Jesús cuenta con ello. Él se encargará de que nuestros errores convivan con nuestros aciertos… siempre que en el centro de nuestro servicio, de nuestra misión, de nuestra solidaridad, le pongamos a Él, no a nosotros mismos.

Esto nos ha de llevar a pensar que sus planes no son nuestros planes, que no saldrán las cosas como nosotros pensamos, proyectamos o planeamos, que a nuestros ojos puede aparecer el fracaso, el error, la muerte, y que necesitamos no perder de vista una mirada de fe, de esperanza y de amor. Se trata de confiar que, aunque nosotros nos sintamos fracasados, no es a nosotros mismos a quienes hay que poner en el centro, sino a Dios.

Cuando se trata de dar un sentido, una misión, una vocación, un plan, un proyecto, un para qué, un por qué y un cómo a nuestra vida, Dios cuenta con nosotros, con quien somos, con cómo somos, con nuestras capacidades, talentos, habilidades y dones. Por eso cuando da una misión a Pedro y a aquellos pescadores, los convierte en pescadores de hombres, como imagen de que siendo quienes son, los transforma y recrea para ser quiénes están llamados a ser.

Todos los bautizados estamos llamados a ser colaboradores de Dios, a ir en su lugar y ser palabras de su Palabra, a echar las redes en su nombre para transformar nuestro mundo con el mensaje del Evangelio.