Juan 2,1-11
El milagro tiene lugar por iniciativa de María. ¡Las madres siempre están atentas a las necesidades de sus hijos! A pesar de la respuesta de Jesús, manda a los servidores que se pongan a la escucha de Jesús y hagan lo que Él les diga.
Y así aconteció la superabundancia de vino, anticipo de la alegría, de la fiesta y del encuentro.
¿Cuál es el vino que nos falta en nuestro mundo? ¿El vino de la paz, de la fe, de la ternura, de la esperanza, del amor, del amor, de la justicia…?
Cuando faltan estos vinos, la vida se vuelve incolora, inodora e insípida como el agua.
Estemos atentos, como María, a las necesidades de los demás. Que no seamos indiferentes ni nos lamentemos sólo por lo que va mal, sino que arrimemos el hombro en lo que de nosotros dependa.