Marcos 3,7
“El verano es un momento providencial para aumentar nuestro compromiso de búsqueda y de encuentro con el Señor. Es importante que en este periodo de descanso y desprendimiento de las tareas diarias, se puedan recuperar las fuerzas del cuerpo y las del espíritu, profundizando en el propio camino espiritual”.
A María, la “Virgen de la Escucha”, el Papa ha confiado las vacaciones de todos, para “que sean serenas y provechosas”; también el verano de aquellos que no pueden irse de vacaciones porque se lo impide la edad, la salud o el trabajo, la economía, este año los problemas derivados de la pandemia, para que sea un periodo de descanso, alentado por la presencia de amigos y por momentos felices.
Papa Francisco 06-08-2017