(Mateo 24,37-44)
La llamada de Jesús «estad en vela» nos invita a despertar y a vivir con más lucidez, sin dejarnos arrastrar y modelar pasivamente por cuanto se impone en nuestra sociedad.
Tal vez esto es lo primero: reaccionar y mantener despierta la resistencia y la rebeldía, atrevernos a ser diferentes, no actuar como todo el mundo, no identificarnos con lo inhumano de esta sociedad, vivir en contradicción con tanta mediocridad y falta de sensatez, iniciar la reacción.
Nos han de animar dos convicciones: El hombre no ha perdido su capacidad de ser más humano y de organizar una sociedad más digna. Por otra parte, el Espíritu de Dios sigue actuando en la historia y en el corazón de cada persona.
Es posible cambiar el rumbo equivocado que lleva esta sociedad. Lo que se necesita es que cada vez haya más personas lúcidas que se atrevan a introducir sensatez en medio de tanta locura, sentido moral en medio de tanto vacío ético, calor humano y solidaridad en el interior de tanto pragmatismo sin corazón. (Pagola)