Los Magos “escrutaron el cielo, vieron una estrella, interpretaron la señal, y se pusieron en camino”. Así los pastores y los Magos nos enseñan que para encontrar a Jesús es necesario saber alzar la mirada al cielo, no replegarse en sí mismo, sino tener el corazón y la mente abiertos al horizonte de Dios, que siempre nos sorprende, saber acoger sus mensajes y responder con prontitud y generosidad.