“Aulas como espacios privilegiados de vida” Luis Alfonso García Inurria
Nuestros colegios son una plataforma de evangelización, ésta fue la misión para la que fueron creados; sin embargo, a nuestros niños y jóvenes actuales no les atrae el mensaje del Evangelio. Podemos llegar a pensar que en otros tiempos evangelizar era más sencillo, pero no olvidemos que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre (Hb 13, 8).
Los educadores estamos llamados a adoptar nuevos lenguajes para llegar al corazón de nuestros alumnos. Nuestros jóvenes tienen una cosmovisión muy diferente a la nuestra y como maestros debemos saber interpretar sus llamadas de atención y sus maneras de comunicarse, si bien esto implica que aprendamos a mirar de otra manera.
Si queremos hacer llegar la buena noticia del Evangelio tenemos que tomar consciencia de que el ideario de nuestros centros Ekumene se concreta todos los días en cada uno de nosotros y nosotras y no será buena noticia si no llegamos al interior de nuestros alumnos y alumnas, si no tenemos con ellos y ellas un trato personal, si no hacemos de algo ordinario un acontecimiento. En los pequeños detalles nos lo estamos jugando todo… no cometamos actos impersonales…
En este encuentro se nos ha interpelado a los profesores Ekumene… ¿tocamos el corazón de nuestros alumnos? ¿Nos emocionamos y apasionamos nosotros con el mensaje de Jesús? ¿Sabemos mirar de otra manera y desvelar el presente como profetas? Lo que vivamos con pasión les llegará a nuestros alumnos con pasión; será importante para el niño la fe y la religión si para sus educadores también lo es, porque el niño hace lo que ve.
No estamos solos en esta tarea, tenemos la comunidad educativa desde donde replantearnos nuestros métodos, nuestro lenguaje… a veces tendremos que dejar el “siempre se ha hecho así” para que nuestros niños y jóvenes se acerquen a Dios. No estamos en estos colegios por casualidad, Jesús nos ha elegido para ser educadores cristianos. Confiamos en que Dios no elige a los más sabios y capacitados, sino que capacita a los que elige.
Se nos puede decir más alto, pero no más claro: como educadores Ekumene estamos aquí y ahora para evangelizar desde todas las asignaturas y aprovechando cualquier ocasión, y las aulas son el espacio privilegiado cada día.