Esta celebración es una fiesta muy tradicional en México.
Cada familia confecciona en su casa un altar con las fotos de los difuntos de la familia. Le añaden adornos, velas, flores y las comidas o aquello que les gustaba a cada uno. En torno al altar se reza, se canta, se danza. Según la tradición, las almas de los difuntos visitan ese día sus hogares.
Siguiendo esta costumbre, en el Kinder «Angel de la Guarda» también hicieron su altar con los difuntos más cercanos a su entorno.